La mejora -de apenas un 0,3%-, se produce después de que el miércoles cerrara en su nivel más bajo casi en ocho años. Como no podía ser de otra manera, los posibles efectos del brexit están detrás de la debilidad de la moneda, que ya cede casi un 8% frente a la europea desde que comenzó el ejercicio. El descenso del miércoles se produjo después de conocerse los resultados de una encuesta entre compañías británicas en las que se dejaba claro que las compañías estaban siendo cada vez más cautelosas a la hora de poner en marcha sus proyectos de inversión ante las incertidumbres que rodean a la salida del Reino Unido de Europa.
Los expertos de Monex Europa apuntaban esta mañana que “en realidad, los factores que están lastrando a la libra llevan a la vista mucho tiempo, incluyendo la incertidumbre política y económica, aunque la fortaleza del euro también pesa”.
Hoy se ha conocido que la economía británica ha crecido un 0,3% en el segundo trimestre del año, sin cambios sobre los datos preliminares. Sin embargo, el gasto de los consumidores se ha reducido un 0,1%, hasta mínimos de dos años y medio. El año pasado este porcentaje rondaba el 0,7%- 0,8%.
Yann Quelenn, estratega de Swissquote apunta que “a pesar de la actual apreciación, los riesgos a una caída continúan siendo significativos. · A largo plazo, el cruce se ha recuperado con creces de los mínimos de 2015. Su estructura técnica sugiere un creciente momentum alcista mientras se negocia por encima de la Media Móvil Diaria de 200 períodos. La resistencia clave se ubica en el nivel psicológico de 0,9500”.