Después de haber subido alrededor de un 25% desde el verano de 2021, el dólar ha caído con fuerza en las últimas semanas. “De cara a 2023, la cuestión es si se trata del inicio de una nueva tendencia bajista o si los factores que llevaron al dólar a esos máximos todavía tienen algo que decir”, señalan los analistas de ING Chris Turner y Francesco Pesole en un informe en el que avisan: “Esperamos que los mercados de divisas en 2023 se caractericen por una menor tendencia y una mayor volatilidad”.
Dado que el par de divisas más líquido, el EUR/USD, fue un factor importante en la evolución de las divisas a nivel mundial en 2022, los expertos del banco holandés utilizan un enfoque de escenarios para analizar una serie de resultados de este cruce en 2023, derivados de la volatilidad prevista en el mercado de opciones sobre divisas. La gama de escenarios y los niveles de las divisas al final del año se extienden desde ‘Permacrisis’, donde el euro podría estar cotizando a 0,80 dólares, hasta ‘Sano y salvo’, en el que la moneda única podría estar más cerca de los 1,20 dólares.
Los factores clave que determinarán estos escenarios son varios: la agresividad de la Reserva Federal; Ucrania, Europa y la energía; China; y el entorno de riesgo general. “Teniendo en cuenta la opinión de ING de que la Fed llevará los tipos al 5,00% a principios de 2023, cuatro trimestres de recesión en Alemania en medio de precios más altos de la energía, un crecimiento chino relativamente débil y un entorno de renta variable todavía difícil, nuestra visión de referencia favorece niveles más suaves del EUR/USD”, señalan los expertos.
Pero quizás el mensaje más fuerte que se desprende de las perspectivas del banco holandés es que “los mercados de divisas en 2023 verán menos tendencias y más volatilidad”. “Decimos esto porque no parece que se den las condiciones para una tendencia clara del dólar”: no hay un descenso ni una subida del dólar por factores de riesgo. Además, “el endurecimiento de las condiciones de liquidez por parte de los bancos centrales mediante la subida de los tipos de interés y la reducción de los balances no hará más que agravar los problemas de liquidez ya presentes en los mercados financieros. La volatilidad seguirá siendo alta”.
ING considera además que el debilitamiento de la actividad mundial y el crecimiento del volumen comercial inferior al 2% “limitarán probablemente las ganancias de las divisas procíclicas en 2023”. En ese sentido, el cruce del euro/dólar podría terminar el año cerca de 1,00.
Otras divisas europeas
El cruce entre el euro y el dólar marcará además el tono de las divisas europeas en general. “Somos partidarios de que el franco suizo tenga un rendimiento superior y la libra esterlina un rendimiento inferior. Las divisas escandinavas podrían seguir luchando con el entorno de alta volatilidad. Más al este, vemos margen para que el forint húngaro se revalorice positivamente, mientras que la sobrevalorada corona checa y el leu rumano parecen más vulnerables a medida que disminuye la intervención en divisas”.
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