En concreto, los precios de la energía registraron en diciembre un alza del 8,3%, frente a la subida del 5,4% del mes anterior, mientras que los alimentos se encarecieron un 2,6%, una décima menos que en noviembre.

De este modo, la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de precios de la energía y de los alimentos frescos, se situó en el 1,2%, en línea con el dato del mes anterior.