La compañía alcanzó unos ingresos de 1.712 millones de dólares (1.268 millones de euros), un 7% menos, en un entorno de aumento de los costes de reestructuración, con los que Warner Music aspira a diversificar su actividad y maximizar el valor para los accionistas. En el segundo trimestre, la compañía perdió 27 millones de dólares (19,8 millones de euros), casi cuatro veces los 7 millones de dólares (5,1 millones de euros) perdidos en el mismo trimestre del año anterior. “Desde ahora y hasta el final de año, prevemos incurrir en costes de reestructuración de entre 65 y 80 millones de dólares (48 y 60 millones de euros)”, afirmó el director financiero de la compañía, Michael Fleisner.