Trichet atribuyó esta presión inflacionista a los "efectos de la globalización", y por ello abogó por la coordinación internacional, sostuvo durante su intervención en la Conferencia Monetaria Internacional que se celebró hoy en Barcelona.El presidente del BCE repasó las actuaciones del organismo monetario europeo en los últimos meses, tras la crisis internacional de liquidez en el mercado financiero y el aumento de la inflación, y defendió que "manteniendo la estabilidad de precios a medio plazo, lo que significa anclar las expectativas de inflación, los bancos centrales contribuyen al mejor funcionamiento de la economía, el crecimiento sostenible y la creación de empleo".Tanto el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, como el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, --presentes en el acto mediante videoconferencia-- coincidieron con Trichet en la necesidad de esta colaboración entre reguladores monetarios internacionales para garantizar una situación de estabilidad. Trichet recordó que estos contactos se han reforzado tras las turbulencias financieras de 2007, y destacó el papel de Europa como estabilizadora: "El marco de operaciones de la zona euro ha provisto de una notable estabilidad" durante la crisis.