El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha reiterado que persisten los "riesgos al alza" para la estabilidad de precios a medio y largo plazo como consecuencia de los elevados precios del petróleo y de los alimentos y aseguró que la autoridad monetaria hará todo lo necesario para mantener ancladas las expectativas de inflación. Trichet señaló que el actual nivel de los tipos de interés, del 4,25%, contribuirá a alcanzar el objetivo de estabilidad de precios, lo que sugiere que no habrá una bajada del precio del dinero a corto plazo pese al crecimiento negativo registrado en la eurozona durante el segundo trimestre."El Consejo de Gobierno (del BCE) conserva su determinación de mantener las expectativas de inflación a medio y largo plazo firmemente ancladas en línea con la estabilidad de precios", destacó Trichet en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. Añadió que la autoridad monetaria "considera que la actual posición de la política monetaria contribuirá a alcanzar el objetivo de estabilidad de precios a medio plazo".Trichet insistió en que
persisten los riesgos al alza para la estabilidad de precios y afirmó que la autoridad monetaria está "muy preocupada" por la posibilidad de que los elevados precios del petróleo y de los alimentos produzcan efectos de segunda ronda sobre salarios y precios y generen una "espiral inflacionista". Por ello, lanzó un nuevo llamamiento a los agentes sociales para que mantengan la moderación salarial.El presidente del BCE explicó que, en cualquier caso, la inflación en la zona euro seguirá siendo alta durante "bastante tiempo" y sólo empezará a moderarse gradualmente durante el año 2009. El Banco prevé que la inflación crezca entre un 3,4% y un 3,6% en 2008 y entre un 2,3% y un 2,9% en 2009.Por lo que se refiere a la actividad económica, Trichet explicó que, tras el retroceso del 0,2% experimentado por la economía de la eurozona durante el segundo trimestre, el crecimiento en el tercer trimestre seguirá siendo "débil" pero a continuación se iniciará una "recuperación gradual". A ello contribuirá la reciente caída de los precios del petróleo, el alto nivel de empleo y el crecimiento en la economía mundial. El BCE prevé que la eurozona crezca entre un 1,1% y un 1,7% en 2008 y entre un 0,6% y un 1,8% en 2009.No obstante, el presidente del BCE admitió el alto nivel de "incertidumbre" que rodea a estas previsiones y alertó de que prevalecen los riesgos "a la baja" para el crecimiento por la posibilidad de que haya más incrementos del precio del petróleo y de los alimentos y de que el impacto de las turbulencias financieras sea mayor del previsto.En este sentido, Trichet destacó que las turbulencias no han quedado atrás sino que "es un proceso que continúa", por lo que resulta necesario "continuar alerta". "No hay margen para la complacencia", remachó.