"La bajada responde a la severa contracción actual en el sector del acero a nivel global y su impacto sobre los principales parámetros crediticios de ArcelorMittal", señala la agencia, que también ha decidido situar la compañía en vigilancia negativa a la vista de la complejidad del entorno.

Al igual que sus competidores, el grupo está sufriendo un "amplio y severo" debilitamiento de su negocio y de su rendimiento operativo que "continuará probablemente" en el futuro, a pesar de que las condiciones de mercado parecen "estabilizarse", asegura S&P.

Para la agencia, la dirección de ArcelorMittal está aplicando "acciones correctivas positivas" para proteger su perfil financiero, entre ellas recortes de producción, ahorros de costes o disminución de la fuerza laboral o del reparto de dividendos.

No obstante, la combinación de una capacidad mucho más reducida de generar caja con el mantenimiento de la deuda "harán presión sobre la calidad crediticia de ArcelorMittal", advierte S&P.