En la denuncia presentada ante un tribunal de distrito en Boston, Sovereign dijo que selló un acuerdo financiero con Barclays  en 2003 y 2004 y que dicho pacto garantizaba la financiación de US$1.150 millones a un tipo por debajo de su coste normal.

Sovereign argumenta que Estados Unidos le denegó "erróneamente" desgravaciones fiscales y deducciones por gastos de interés y costes de transacción.

Dichos acuerdos se han investigado por el Servicio de Ingresos Internos, que señaló que algunos están estructurados meramente para no pagar impuestos de Estados Unidos, más que por una razón empresarial legítima.

En su demanda, Sovereign indica que sin el acuerdo habría pagado impuestos federales sobre el 35% de la renta generada por los activos implicados. Con la financiación de Barclays, Sovereign dijo que ha pagado impuestos del Reino Unido del 22% y de Estados Unidos del 13%.

Al negársele las desgravaciones, Sovereign reclama que pagó un 57% porque estuvo sujeto a "doble régimen fiscal".