La compañía murciana protagonza este miércoles la primera salida a la bolsa española en casi dos años, desde que tuvo lugar la de Solarpack en diciembre de 2018. La acogida entre los inversores de Soltec ha sido buena como demuestra la fijación del máximo precio previsto en su salida a bolsa y la demanda que ha tenido en el período de prospección.
La compañía ha colocado 150 millones de euros entre inversores institucionales, y la oferta será ampliable en acciones por un valor de 15 millones más. Los nuevos inversores tendrán el 35,8% del capital de la sociedad. La demanda fue de 750 millones a ese precio, cuando se han vendido 150 millones, de manera que solicitudes por unos 600 millones han quedado sin cubrir.
La horquilla de precio iba entre 3,66 y 4,82 euros por acción, lo que supone valorar el grupo de energía solar fotovoltaica entre 370,5 y 440,4 millones de euros. Santander y CaixaBank son los líderes de la operación, y les acompañan JB Capital y Berenberg con Rothschild como asesor de la empresa.
Las acciones de la compañía han comenzado a cotizar bajo el ticker 'SOL' este miércoles y el el consejero delegado y socio fundador de la compañía, Raúl Morales, ha realizado el tradicional toque de campana a las 12:00 horas en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
"El interés mostrado por los inversores durante las últimas dos semanas refleja el potencial y el liderazgo global de Soltec Power Holdings, en un momento en el que el sector de la energía solar fotovoltaica tiene unas excelentes perspectivas de desarrollo para los próximos años. Tras la salida a bolsa seguiremos enfocados en continuar con nuestra trayectoria de crecimiento con una cultura centrada en la innovación y la generación de valor a largo plazo", ha apuntado Morales.
Tras la operación, Grupo Corporativo Sefran continuará siendo el principal accionista de Soltec Power Holdings junto a Valueteam, sociedad controlada por Raúl Morales.
Con su admisión a negociación en las bolsas españolas, Soltec Power Holdings aspira a fortalecer su papel como actor clave en la transición energética, al tiempo que persigue ampliar su base accionarial, diversificar sus fuentes de financiación e institucionalizar la relación con sus grupos de interés sobre la base de las mejores prácticas de transparencia y gobierno corporativo.