Si los sectores votaran otro "gallo cantaría"

Toca acercarse a la mesa electoral de nuevo, si no lo han hecho ya en la oficina de correos para ejercer su voto a distancia. Todavía nos quedan unos días para reflexionar y decidir nuestro voto. ¿A quién votaría cada sector o cada empresa cotizada si fueran ellas las que votaran el 23J?

Empezamos por la Banca, ese sector parece claro que se beneficiaría de un gobierno del PP, con la promesa de eliminar el impuesto extraordinario sobre su margen de intereses. Si bien es cierto, que ya han comentado que no será antes del 2024, por tanto, por el momento, el impuesto se queda, gobierne quien gobierne. Si un gobierno hacia la derecha favorecería al sector, un gobierno hacia la izquierda, no solo alargaría indefinidamente el impuesto al sector, sino que incluso SUMAR apostaría previsiblemente por un banco público.

Si pensamos en el sector Inmobiliario, todo parece indicar también que saldría favorecido con un voto a la derecha, apostando por una revisión de la nueva ley de vivienda que favorezca a estas compañías. Incluso más a la derecha, Vox, ha indicado que su propuesta es liberalizar el suelo para fomentar la construcción, por lo que las promotoras podrían decidirse por este voto. También las SOCIMIS se alejarían en su voto de los partidos de izquierdas, como SUMAR que apuesta por la eliminación de los beneficios fiscales de estos negocios.

Y llevamos nuestra consulta al sector energético. El voto en este caso dependerá de si se trata del subsector de energías renovables, que se decantarían por un voto a la izquierda y su apuesta por impulsar la transición energética. Sumar incluso lleva en su programa excluir la inversión verde en el cálculo del límite de déficit del 3% sobre el PIB. Por otra parte, las nucleares que darían su voto al PP, que les ha prometido alargar su vida útil. También los grandes Grupos eléctricos darían un voto a la derecha, apostando por su promesa de eliminar el impuesto extraordinario al sector y una menor regulación.  

El PSOE podría ganarse el voto del sector turismo, por su apuesta por una mayor regulación para los pisos turísticos. También compañías como Indra simplemente podrían votar al PSOE para mantener la estabilidad en su gestión después de un año muy convulso y lleno de cambios de dirección y estrategia.

Si preguntamos a las constructoras es muy posible que su voto esté muy lejos de la izquierda, con la insinuación de SUMAR de aumentar la tributación de estos grandes grupos. 

En síntesis y por encima de promesas electorales que, en muchos, diría que la mayoría, de los casos no podrán llevarse a cabo ni tan rápido ni tan eficazmente como nos cuentan, si el mercado pudiese votar, lo haría a la estabilidad, a la rápida formación de gobierno, nuevo o continuista, pero rapidito y a seguir trabajando. El mercado quiere poca incertidumbre, un trámite rápido y definido, menor regulación y políticas de largo plazo.

Me temo que la formación de gobierno no va a ser tan rápida como al mercado le gustaría. La suerte está echada.

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