Sarkozy puso el acento en la idea de que la mejor respuesta a una crisis que no es "ni pasajera ni coyuntural" es ofrecer un "esfuerzo masivo de inversión" para recuperar el retraso en materia de competitividad.

En este contexto enmarcó la aceleración de proyectos de obra pública "que duermen en las cajas de los Ministerios" y que supondrán una inversión del orden de 10.500 millones de euros en los años 2009 y 2010. También garantizó la devolución por parte del Estado de 11.000 millones a las empresas para mejorar sus niveles de tesorería.

OTRAS INICIATIVAS

Las medidas anunciadas hoy se unen al resto de iniciativas que el jefe del Estado galo viene poniendo encima de la mesa desde hace meses. Así, hasta la fecha ha presentado un plan de apoyo a las Pymes dotado con 22.000 millones de euros y una garantía del Estado para los préstamos interbancarios por valor de 320.000 millones.

A ello se añade la inyección de 10.500 millones para los seis principales bancos franceses, de un total de 40.000 millones para recapitalizar el sector financiero, y un fondo estratégico de inversiones para apoyar a las empresas con 20.000 millones de euros.

Francia va camino de la recesión y su crecimiento podría contraerse cuatro décimas en 2009, según las previsiones de la OCDE. El déficit presupuestario puede alcanzar el 2,9% y dispararse hasta el 3,9% en 2010, mientras que la deuda pública alcanzaría el record del 70% del PIB en dos años.

En términos de empleo, el país ha visto crecer en 46.900 el número de nuevos parados en el mes de octubre, pasando así la barrera de los dos millones de desempleados, la cifra más alta desde abril de 2007. En un año, el número de solicitantes de empleo ha crecido un 4,4% y la OCDE estima en un 8,7% la tasa de paro en Francia en 2010.