Las modas lo son por algo, pero en cierto sentido, si hablamos de terreno económico, ayudan a aprender y a tomar conciencia de lo que se trata. En el año 2009, la Comisión Nacional del Mercado de Valores alertaba del aumento significativo de este tipo de productos comercializados por la banca.
Según datos facilitados por ADICAE, entre los años 1999 y 2011 el volumen de emisiones en preferentes alcanzó los 25.962 millones de euros, de los que la mitad (12.876 millones) fue lanzada al mercado a partir del 2007, en vistas de la crisis financiera que se cernía sobre nuestras cabezas.

A ello se han sumado las nuevas exigencias de capital requiridas por la EBA (siglas en inglés de Asociación Europea de Banca) que han 'provocado' en cierta medida la comercialización de productos que engrosan las arcas del core tier 1, por tanto, capital de primera calidad que otorga un mayor nivel de solvencia a las entidades financieras. Este fue el origen de las participaciones preferentes y el final es hoy, unos cinco años más tarde la liquidación por parte de los distintos grupos bancarios de éstas para pasar a convertirlas en acciones en búsqueda de cash. Así, actualmente quedan en el mercado nacional 5.900 millones de euros en preferentes, tras haber descontado las emitidas por CAM y Banca Cívica, según cálculos del regulador, de las que en el 85% de los casos no se paga dividendo.



El Banco Santander es la cuarta entidad por nivel de participaciones preferentes con 2.000 millones de euros en total por detrás de La Caixa, que acumula hasta 4.897 millones, Caja Madrid -otros 3.007 millones- y BBVA, con 2.974 millones de euros, sin contar en los dos primeros casos sus fusiones con otras cajas. La cuestión está en determinar qué sucederá con las participaciones preferentes de las tres entidades en el ojo del huracán en los últimos tiempos, esto es, Bankia, con 3.131 millones de euros; Novacaixagalicia, 903 millones; y Catalunya Caixa, por valor de 510 millones. En total, suman unos 4.500 millones de euros sin destino y que podría acabar con los ahorros de sus titulares al haber sido estas entidades nacionalizadas o intervenidas por el Estado.


Banco Santander
Caso concreto y el que aquí nos atañe. En la última Junta de Accionistas, el Banco Santander anunció que “el importe máximo de la ampliación sería de 1.630 millones de euros”, importe que se materializaría en 375 millones de acciones en caso de que todos los titulares de las preferentes decidieran convertirlas en títulos de renta variable.

129.000 personas son titulares de participaciones preferentes del Santander cuyo primer plazo de decisión acaba este mismo lunes y continuará la misma tónica los días 4 de cada mes hasta octubre
cuando su canje por acciones será obligatorio. En caso de decidir acudir al cambio de preferentes por títulos de la entidad, los clientes recibirían acciones, además, de cobrar el dividendo que se bonificará este mes de julio. El Santander, no obstante, suscribió hace tiempo ya la denominada fórmula del 'scrip dividend', la forma más rápida de mandar al corredor de la muerte al cupón de los accionistas.

BANCO SANTANDER, 2009/2012 (FUENTE: INFOBOLSA)


Asociaciones como AEMEC (Asociación de Empresas Cotizadas) o ADICAE han venido denunciando esta situación públicamente y finalmente se ha plasmado en una 'demanda de conciliación' contra el Banco Santander. Entienden los miembros de ADICAE que la entidad miró exclusivamente por sus intereses en el momento de lanzar aquella “campaña agresiva de comercialización” con el único fin de financiar la adquisición del holandés ABN AMRO.

Pero, en tal caso, supuesto de conversión por acciones, entramos en el terreno que mejor conocemos en esta casa: el mercado de renta variable. En el ejemplo de una inversión de 100.000 euros en el momento de la suscripción de las participaciones preferentes, ese inversor se habría dejado por el camino unos 65.000 euros, con pérdidas en el entorno del 65% y veremos si el Santander llega a tocar los mínimos a los que apuntan expertos como Luis Lorenzo, analista de Dif Broker, que ve al valor buscando “los famosos niveles de 3,80 euros de 2009”. Cierto es que la situación de la entidad santanderina es muy diferente a la de firmas como Bankia, CAM o Unnim. Los clientes del Banco Santander habrían recibido una rentabilidad media del 4,82% en los últimos años, en principio, desde 2009, momento de emisión de este producto que vendría a compensar las pérdidas a nivel bursátil.

Pero, ¿es mejor esperar para el canje? Depende de las expectativas que se mantengan acerca de un posible rebote del valor en los próximos cuatro meses. Desde luego, pintan bastos en el Ibex 35 desde hace, como mínimo, un trienio y el sector financiero es precisamente el más afectado por la desconfianza extranjera sobre nuestro país. “En las últimas dos sesiones había intentado hacer un suelo en la zona de 4,16 y da la sensación de que si perdemos este nivel, se iría al soporte de 3,80/3,90 donde podemos tomar alguna posición y donde el mercado debería rebotar”, afirma el experto.

El rebote en los títulos se prevé complicado con lo que en cierta medida es mejor esperar para entrar en él. Aún así, “en caso de superar “4,67 debería intentar volver a los 5 euros” y estaríamos a las puertas de un cambio de tendencia. No obstante, en el medio plazo a la vista de que el Santander no es capaz de “cerrar una sesión por encima de la anterior, sería muy difícil ver esa remontada”, concluye.