Este motivo podría llevar a Repsol a emprender acciones legales contra la Comisión Nacional de la Competencia puesto que considera que dicho informe contiene imputaciones gratuitas que confunden a la opinión pública, además de provocar un daño importante sobre la reputación de la empresa.

Repsol pide a la Comisión Nacional de la Competencia una rectificación pública tanto de este informe como de las declaraciones realizadas por su presidente, Luis Berenguer.