Los resultados positivos de entidades como Barclays o Societe Generale, junto con la colocación de deuda de España y Portugal han devuelto la confianza a los inversores que han visto motivos para continuar al alza.
 
Por último el clima del mercado ha encontrado la calma gracias a la FED, quien se muestra optimista en cuanto a la recuperación económica, ha subido las estimaciones sobre el PIB y prácticamente no han modificado sus expectativas sobre la tasa de inflación y desempleo.
 
Por todo ello los riesgos sobre la economía están ahora más equilibrados que meses atrás, cuando la sensación general era de mayor pesimismo. La recuperación sostenida, en forma de “U”- versus “W”- ha cobrado adeptos entre los expertos, en un cuadro en el que las economías desarrolladas, lideradas por EEUU, muestran un ligero repunte frente a la moderación en los emergentes.
 
Por todo ello la renta variable sigue siendo la opción más interesante, junto con los créditos corporativos de High Yield, por lo menos hasta que el mercado empiece a descontar la normalización de la política monetaria.