El Gobierno británico planea reducir las trabas a las peticiones de residencia en el país por parte de grandes fortunas extranjeras que expresen su propósito de invertir en territorio británico, según el diario 'Financial Times'.

La propuesta remitida al Parlamento incluye que los inmigrantes ricos sólo tengan que pasar medio año en el país, frente a los nueve meses anteriormente exigidos, para poder optar a un permiso de residencia, conocido como "visado de inveresor", mientras que se reducirán significativamente los plazos para poder recibir un permiso permanente.

En cambio, el Ejecutivo de David Cameron planea reducir el número de permisos concedidos a estudiantes extranjeros, lo que ha motivado quejas por parte de las universidades británicas, que obtienen suculentos ingresos por la admisión de estudiantes internacionales, según Europa Press.