Con ello, el saldo pendiente con Sareb se reduce hasta 56,8 millones de euros, con vencimiento final en julio de 2022.
El acuerdo también incluye la emisión de warrants sobre acciones de Quabit Inmobiliaria que permitirían a Sareb alcanzar hasta un 1% del capital social de la promotora, con un plazo de ejecución a 3 años y con precios de 1,25 euros por acción para el 50% y 1,35 euros por acción para el restante 50%.
Esta operación se cierra apenas un mes después de la reestructuración de la deuda con Avenue Capital, su principal financiador en adquisición de suelo, por importe de 123,2 millones de euros y que le ha permitido "abaratar el coste de la financiación, alagar el vencimiento final hasta diciembre de 2022 y optimizar los recursos financieros", según apunta en un comunicado.
Ambas operaciones se han cerrado con éxito en plena crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19 y permitirán a la compañía afrontar con mayores garantías el impacto de esta crisis.
Quabit se adapta al contexto
La constructora que lidera Félix Abánades informó recientemente de que había dejado en suspenso el desarrollo y construcción de 549 viviendas, cuya ejecución queda vinculada a la evolución de la crisis y su impacto en el sector inmobiliario. Se trata de alrededor del 14,5% de la cartera total de proyectos de la empresa, que suman 3.779 viviendas, recoge Europa Press.
Ante la actual coyuntura, Quabit también ha paralizado las inversiones en compra de suelo de unos 20 millones de euros que tenía programadas para lo que resta de año. Además, ha pospuesto "hasta después del verano" las conversaciones que tenía con varios fondos e inversores en distintos frentes.
Asimismo, y ante la incertidumbre sobre la evolución de la crisis y su efecto en el sector, Quabit prevé revisará en los próximos meses su plan estratégico para "ajustar los objetivos de entregas anuales de vivienda al nuevo escenario".
Quabit suma todas estas medidas a las que ya ha tomado para reforzarse ante la crisis, como son el ERTE aprobado para el 66% de la plantilla, la reducción del 20% en la remuneración del consejo y la provisión de 37,6 millones realizada ante eventuales deterioros en el valor de su cartera de suelo.
Abánades ha destacado en su discurso ante la junta de accionistas que "el sector inmobiliario es clave para la reactivación económica porque es uno de los sectores con mayor peso, muy intensivo en mano de obra y generador de miles de empleos. No olvidemos que el mercado residencial supone un 6% del PIB y, si se une la construcción, suma cerca del 10%".
"El mayor reto del sector es la reactivación de la demanda y consensuar políticas para estimularla, y en todo ello, la colaboración público-privada es fundamental como palanca de cambio. Por eso es imprescindible apoyar la compra de primera vivienda e incentivarla con financiaciones específicas, ayudas directas fiscales o avales al comprador, para minimizar la principal barrera de entrada que es la limitación de la hipoteca al 80% del precio de la vivienda", ha defendido.