Cebrián ha explicado que no se busca un plan de ahorro coyuntural que perjudique el futuro de la sociedad, "basado en la excelencia de sus productos", y ha anunciado: Nos esforzaremos por mantener el máximo nivel de empleo, en la seguridad de que los sindicatos y los representantes de los trabajadores colaborarán a este respecto con los responsables de la gestión".

El consejero delegado ha expuesto su convencimiento de que para sobrevivir "son precisas estructuras más flexibles y dinámicas, por lo que se hará una reorganización de la gestión del grupo con un responsable único al frente de cada división, con reducción de gastos suntuarios e improductivos, entre otros aspectos.

No obstante, ha explicado que Prisa espera cerrar este año con una facturación cercana a los 4.000 millones de euros y un Ebitda (resultado bruto de explotación) de más de 900 millones y dijo que, a pesar de la crisis, batirá nuevamente récords históricos en 2008.