
Los resultados financieros de 6 de las 7 magníficas de Wall Street - falta NVIDIA que tiene un calendario 'asiático' a la hora de publicarlos- marcan un antes y un después en la dinámica de Wall Street y, por supuesto, de todo los relacionado con la megatendencia de la IA.
Pero en esta ocasión incluso más que en pasadas ocasiones con motivo de la publicación de las cuentas trimestrales. Hay clarísimos ganadores, pero también perdedores, por sus guidance o guías y por la lectura de los analistas e inversores respecto a las operativas con la inteligencia artificial generativa. En ocasiones ya lo descuentan en el precio de sus acciones y en otro, todo lo contrario.
La gran ganadora es Amazon y lo es por dos motivos iniciales. El primero por la acogida con subidas de doble dígito en su cotización tras la publicación y el segundo por lo atrás que se había quedado en la carrera. apenas ganaba un 1% en todo el ejercicio.

La compañía fundada por Jeff Bezos ha batido las estimaciones, pero especialmente en lo que se refiere al beneficio por acción. Hablamos de 1,95 dólares frente a los esperados 1,57 y los ingresos superaron los 180.170 millones en ese tercer trimestre.
Aunque el verdadero baluarte de esa subida es, sin duda, su fuerte crecimiento en lo relativo a la computación en la nube, su AWS, con 33.000 millones de dólares frente a los 32.420 que esperaba el mercado. Un aumento del 20,2%, que mejoraba en más de dos puntos el crecimiento previsto. Y recordemos que Amazon sigue siendo la líder en este campo. Pero los niveles de incremento, según su CEO, Andy Jassy, se mantienen a un ritmo que no veían en este área desde 2022, en especial por la sólida demanda de IA.
De facto, Amazon explica que se está centrando en acelerar la capacidad de la infraestructura básica, añadiendo más de 3,8 gigavatios en los últimos 12 meses. Y hasta ahora, este impulso, intercepta lo que ve por el retrovisor: los avances de Alphabet-A y de Microsoft, y los mayores crecimientos que presentan en este área, junto con los acuerdos firmados sobre la IA para sus servicios en la nube, lo que a la postre, ha sido el gran lastre, hasta ahora, en su cotización en lo que llevamos de 2025.
El resto, sus anuncios de despidos en más de 14.000 anunciados aunque apuntados más del doble de esa cantidad por algunas fuentes, para reducir sus gastos e implementarlos en capital. Se prevé, en esta última partida, elevarlos hasta los 125.000 millones, una cifras que se incrementará en 2026.
Por si todo esto fuera poco, la palabra mágica IA con mayúsculas, llegaba en la tarde de ayer de la mano del acuerdo con OpenAI por valor de 38.000 millones de dólares.
Pero también la presentación de resultados ha resultado un gran revulsivo para Apple, que ha llegado a marcar, nuevos máximos interanuales, aunque sin los repuntes de ensueño de Amazon. Aquí su producto estrella, su iPhone ya número 17, y su fuerte demanda se ha encargado de todo. Además, esto quiebra los rumores de la mala acogida de la última versión de su afamado smartphone.

Resultados por encima de lo esperado, pero lo mejor, que vuelve sobre donde solía: a dar guías que había arrinconado durante la pandemia y que, para el trimestre de diciembre parecen ser francamente favorables en su ejecución. La idea es que sus ingresos totales, los de todo el grupo de la manzana, a decir de su CEO, Tim Cook, crezcan en una horquilla de doble dígito, entre el el 10 y el 12%.
Todo para componer, lo que esperan sea con un sólido comportamiento financiero, el mejor trimestre en toda la historia de la compañía.
También Alphabet-A es otro de los ganadores por dos motivos: su gasto en capital con la IA en el punto de mira central, con el sólido crecimiento en la IA. Hablamos de inversiones de entre 91.000 y 93.000 millones, por encima de lo anunciado a principios de año que, en el mejor de los casos, hablaba de 85.000 millones. Y esto será solo el principio porque se espera más en 2026.

De esta forma, la mayoría de los expertos, desde los analistas de Goldman Sachs hasta los de JPMorgan, visualizan un panorama muy positivo de con respecto a la Inteligencia Artificial generativa, lo que hasta ahora se consideraba, sobre todo con algunos intentos fallidos y con implementaciones por debajo de las de Microsoft, con el mayor riesgo para Google. Ahora, la IA representa, según consideran, más una oportunidad que una amenaza.

