"Los bancos comerciales (españoles) están en una situación financiera mejor que la de muchas otras bancas en Europa continental y, por qué decir, que en el Reino Unido o en Estados Unidos".

Atribuyó en parte la salud financiera de la banca española al sistema de provisiones anti-cíclico, que le está protegiendo del hundimiento del mercado inmobiliario.

"Sin embargo, -añadió- hay un sector de riesgo (...) que es el sector de las cajas, en particular aquellas cajas que están expuestas a riesgos en los mercados inmobiliarios", antes de referirse a la intervención del Gobierno español en favor de la Caja de Castilla-La Mancha.

Explicó que esos riesgos derivan de la actual fase de recesión, con la que las carteras de préstamo empeoran y lo van a seguir haciendo "estos meses y los siguientes", lo que "pone en peligro la solvencia de muchas instituciones financieras en muchos países, menos en aquellos países donde la base de capital es muy elevada, como es el caso de los bancos en España".

El economista jefe de la OCDE consideró que para detener la "hemorragia económica" actual hay que llevar a cabo en particular "una acción decisiva sobre los activos bancarios en dificultades.

Eso pasa por "hacer toda la luz sobre las pérdidas y los activos dudosos, disociar las entidades viables de las que no lo son y, si es necesario, re-capitalizar o como último recurso nacionalizar las instituciones financieras insolventes".