Asimismo, al ser preguntado sobre el papel de la Fed a la hora de prevenir la crisis financiera, Obama señala que "no fue en la Fed donde se produjeron los fallos regulatorios".

El pasado 17 de junio, el presidente de EEUU presentó su propuesta de reforma del actual sistema de financiero, que pasa por otorgar más instrumentos al Gobierno para controlar o incluso liquidar grandes empresas que puedan poner en peligro la economía del país en caso de una bancarrota y por dar mayor poder a la Reserva Federal (Fed) para evitar en el futuro nuevas crisis como la actual.

De aprobarse esta reforma, la Fed se convertiría en una institución con mayor poder para supervisar a las entidades que puedan representar un peligro para la estabilidad financiera, incluidas aquellas que no pertenezcan al sector financiero, y en tiempos de crisis el Gobierno federal tendrá autoridad para controlar o incluso liquidar firmas que puedan suponer una amenaza para el sistema.

De este modo, el proyecto presentado por Obama y su equipo económico en la Casa Blanca representa la reforma más ambiciosa del sistema financiero desde la recesión de los años treinta y ahora deberá ser debatido entre demócratas y republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado.