En una nota de prensa, la compañía ha comunicado que el cese se debe a la reducción del capital que Pescanova S.A. posee de  Nueva Pescanova, que ha pasado del 20% al 1,65% tras la ampliación de capital aprobada el pasado mes de abril con el fin de fortalecer los recursos propios y asegurar el futuro de la compañía.

Otro de los aspectos decididos esta en la junta general de socios ha sido la aprobación de las cuentas correspondientes al ejercicio finalizado a 31 de diciembre de 2016, que recogen un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 68 millones de euros, prácticamente el doble que el año anterior; así como una cifra de ventas consolidada que ascendió a 1.060 millones de euros, lo que representa un incremento del 5,2% respecto a 2015.

Según ha apuntado la compañía, entre los principales factores que explican la positiva evolución del grupo destaca la puesta en marcha en 2016 de un plan estratégico hasta 2020 que fija, entre otros retos, cuadriplicar el ebitda (de 35 millones en 2015 a 139 millones de euros) en cuatro años;  la optimización de costes; la gestión de los procesos y la centralización de todas las filiales de la organización en una sola organización vertical.

Además, Nueva Pescanova ha considerado que con la capitalización de la compañía se ha conseguido reducir en 2017 el 35% la deuda restructurada, que equivale a 344 millones de euros a valor nominal y 138 millones de euros a coste amortizado, y fortalecer los  recursos propios. El capital social de la empresa después de la ampliación alcanza los 144 millones de euros.

El presidente de Nueva Pescanova, Jacobo González-Robatto, ha afirmado que  “la compañía ha resuelto la delicada situación patrimonial y está avanzando en el camino de la tan esperada normalidad”.