El anuncio proporciona a Intel dos oportunidades, la primera de ellas, entrar por la puerta grande en el mercado de móviles de gama alta de la mano del mayor fabricante mundial, Nokia, y la segunda, registrar un nuevo cliente potencial, ya que la compañía finlandesa suele trabajar con sus potenciales proveedores durante años antes de decidirse por una tecnología en particular.

Además, el fabricante de microchips lleva tiempo intentando entrar en el mercado de la telefonía móvil para reducir su dependencia del sector informático, que aglutina el 90% de sus ventas. El mercado de chips para móviles se reparte actualmente entre compañías como Texas Instruments o Qualcomm.


"El anuncio de hoy representa un significativo compromiso para trabajar juntos en el futuro de la tecnología móvil avanzada, y planeamos llevar a la acción la investigación conjunta", destacó el vicepresidente de Nokia, Kai Öistämö, quien habló de explorara "nuevas ideas en diseño, materiales" y otras características que van "mucho más allá" de los teléfonos móviles existentes en el mercado actual.

Öistämö precisó, no obstante, que "aun es prematuro" hablar de productos porque el acuerdo, por el momento, se limita a la colaboración tecnológica.