Respeto, mucho. Pero miedo, ninguno. Le he dicho a uno de mis hijos que el Triunfo ha estado en no perder, en haber vendido antes de la masacre. Pero los chicos de hoy sólo atienden los mensajes del momento, el pelotazo fugaz. Hablando de pelotazo. Lo que ahora me ocupa y preocupa es acertar con el momento justo, el día D y la hora H para comprar y vender volatilidad, ahora que se ha colocado en mínimos. He visto en las últimas semanas que los mejores sabuesos olfatean, agachan el hocico para a continuación elevarlo y abrir las narices al máximo. Los mejores sabuesos huelen vientos de cierta intensidad, huelen volatilidad después de haber tocado mínimo de uno años en los últimos tres meses ¿Ha llegado el momento de comprar volatilidad? Creo que sí...”

“...Y esto es así, porque la volatilidad lleva dormida ¡ay de ese león dormido! desde los mínimos del 9 de marzo. Gracias a ello, los índices han volado. En cualquier momento asomará, como ya ha asomado en valores muy calientes del mercado. Me anima que algunos gurus quieran actuar con esta variable, porque, de confirmarse, significarí­a la entrada de los mercados de acciones en una nueva fase de turbulencias después del Gran Rebote. Hay, no obstante, muchas dudas al respecto, porque los mejores actores en los mercados consideran que no se registran por el momento fuertes movimientos por parte de los dueños y especialistas en esta faena, los hedge fund. Se tratarí­a, de cumplirse, de una magnífica oportunidad de obtener rendimientos por parte de quienes han estado fuera de juego, al margen de la subida del mercado desde mínimos. Ese es mi caso”, me cuenta uno de los operadores más famosos y con más experiencia de la Bolsa de Madrid.

¿Comprar volatilidad en estos momentos? Me he puesto a trabajar en el asunto. “Sinceramente, en estos momentos lo más evidente es no apostar por estrategias de un aumento de la tendencia alcista. Al menos no de forma consistente, puesto que los últimos ajustes en los mercados desde los mínimos de marzo han servido para confirmar el escenario ya sabido de que las Bolsas reaccionan de forma exagerada a las mejores expectativas. Es decir, han reflejado una creencia en formación económica en “V”. No creo que, en esta ocasión, los mercados tengan razón con la información existente en este momento”, me dice el responsable de un hedg fund.

¿Por qué la pregunta? Porque el fuerte descenso en las volatilidades, probablemente supone una tentación difí­cil de combatir para los operadores y especuladores más ágiles. La pregunta no sólo se la he formulado al especialista. Hay otros más involucrados en este test particular. Algunos de estos especialistas ya han iniciado movimientos de ventas de futuros, como preludio, primera apuesta, de un cambio de ritmo a peor.

Los que abogan por hurgar en la volatilidad dormida dicen que un Rebote tan espectacular como el actual es algo inusual, no es normal. Se barruntan, en fin, tiempos peores. La gran clave está, no obstante, en la evolución cierta, datos contantes y sonantes, que no acompañan, porque la economía mundial parece que se ha vuelto a gripar en lo que va de año. La clave está en la realidad de las cifras y no en esa cantinela de que lo peor ya ha pasado ¿Acaso usted creía que los bancos centrales y los organismos supranacionales iban a considerar otra idea?. Ya sabemos que crecimiento económico es sinónimo de alzas en las Bolsas, y al revés. Y el crecimiento no ve por parte alguna, pero si el empeoramiento de las expectativas.

“La volatilidad es sinónimo de riesgo. Pero un mercado con baja volatilidad no significa que el riesgo se haya reducido; más bien que la incertidumbre delimita sus movimientos. Al final, volatilidad elevada debe venir de la mano de una elevada incertidumbre; pero una elevada incertidumbre no siempre se traduce en una alta volatilidad. ¿Saben cuál fue el error previo a la Crisis? que los inversores se acostumbraron a no hacer preguntas. Alguien decía recientemente que el Problema de la Crisis no fue la regulación y la supervisión, como el mal funcionamiento de los mercados. Ya hemos hablado en otro momento del miedo colectivo, que tiende a ser irracional frente al individual que es bastante racional. Alguien hablaría de un exceso de confianza previo a la Crisis que llevó a un exceso de desconfianza y parálisis posterior. Pero, ¿en qué situación nos encontramos en estos momentos?”, dice José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

“La situación me produce bastante inquietud. Y es más que probable que esta afirmación contraste con la posición de muchos inversores, analistas y economistas, que ven la caída de la volatilidad cotizada como la confirmación de normalización del escenario. Pero, ¿qué es la normalización? ¿volver a los niveles de dos años atrás? la recuperación de los mercados, en forma de V, anticipa una recuperación de la economía que no lo será tanto. Es más, la subida espectacular de los mercados financieros en 2009 y las primera semana de 2010 de todos los mercados (deuda, bolsa y commodities) es un factor de riesgo añadido más. ¿Están sobrereaccionando? me temo que este ejercicio su evolución no sólo será más selectiva sino que probablemente estará rodeada de una fuerte inestabilidad. ” me dice otro experto

“¿Fuentes de inestabilidad? ya estamos sufriendo la primera: el posible default de la deuda soberana. Grecia es sólo la punta del iceberg. Luego vendrán también los problemas fiscales en más de medio mundo. También, el caso de China, donde el riesgo de nuevos excesos en la valoración de activos es mayor. Un artículo la semana pasada situaba a las autoridades chinas en el filo de la navaja. La decisión de ayer del Banco Central de China muestra hasta que punto les inquieta el riesgo de nuevos excesos, tanto en bolsa como en real estate, además de la debilidad implícita a que puede llevar al sector financiero (por no hablar de la inflación real)”, continúa.

“Pero, hay muchos más riesgos que no podemos obviar. Además de una recuperación económica que se convierta simplemente en un rebote, tenemos también que valorar el riesgo soberano, el proteccionismo (en un mundo dominado por la debilidad de la demanda final),la banca y los propios excesos de los mercados. Me refiero en este último caso, además de la deuda pública, a las commodities. Seguro que hay más factores de incertidumbre que se quedan fuera de la lista anterior, pero los iremos descubriendo poco a poco. Por último, no confundan las advertencias anteriores con pesimismo. Más bien, lo contrario. Es importante no bajar la guardia para que al superación de la Crisis, financiera y económica, sea real. No hacerlo así nos llevaría probablemente a prolongarlas en el tiempo”, finaliza.

Fuente: www.lacartadelabolsa.com