Los jefes de Estado y Gobierno de la UE aprobarán un texto de conclusiones que en su última versión deja claro que "la consolidación fiscal es una condición esencial" para el crecimiento y el empleo, y que "todos los Estados miembros deben continuar respetando sus compromisos".

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha reconocido que la Comisión Europea no decidirá si relaja o no el déficit público hasta dentro de dos meses, cuando ya se conozcan los recortes que se aprobarán a finales de marzo en los Presupuestos Generales del Estado. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, parece empeñado en no mover ficha, pese a que se pueda volver en contra de las propias autoridades comunitarias.

Tras horas de reunión, el borrador de las conclusiones insiste en que para que la Unión Europea vuelva a la senda del crecimiento se necesita un plan con “una doble estrategia para asegurar la estabilidad financiera y la consolidación fiscal”. Luego, señala la necesidad de implementar reformas estructurales, en particular las que tengan efectos a corto plazo sobre el crecimiento.