Moody's mantiene su perspectiva negativa sobre los bancos irlandeses desde hace 3 años por la debilidad de los perfiles de liquidez y financiación, así como por el "muy difícil" entorno operativo y las expectativas de que la rentabilidad continúe siendo débil.

"Las mejoradas posiciones de capital de los bancos irlandeses sólo mitigan en parte estas debilidades fundamentales", afirmó la agencia, que advirtió de que el entorno operativo para la banca irlandesa continuará siendo "muy difícil" como resultado de los esfuerzos de austeridad por parte del Gobierno y las tensiones en los mercados financieros, así como por el deterioro de la economía global.

Moody's prevé que "los bancos sólo ganarán un acceso sustancial al mercado de financiación después de lograr considerables progresos en el proceso de desapalancamiento".