Sus ventas netas en el recién concluido año fiscal fueron de 1,97 billones de yenes (20.416 millones de dólares), el 26% menos, y un total de 1,06 millones de unidades, el 22% menos que en el anterior ejercicio fiscal.

El descenso fue generalizado para Mitsubishi en todos sus mercados, sobre todo en Estados Unidos (26% menos), Europa (20%) y Japón (23%).

En América Latina fue algo menos acusado, pues comercializó 84.000 vehículos en el ejercicio fiscal 2008 frente a los 97.000 del año anterior y además incrementó sus ventas en Brasil, como también ocurrió en Filipinas e Indonesia.

En cuanto al beneficio por operaciones, Mitsubishi Motors registró una cifra positiva de 3.900 millones de yenes (40 millones de dólares), no obstante una fuerte caída con respecto a los 104.700 millones de yenes (1.083 millones de dólares) del año fiscal 2007.

Para el actual ejercicio fiscal, que concluye en marzo próximo, la compañía espera que persistan las dificultades para el sector del motor y prevé un descenso del 13% en sus ventas, hasta las 932.000 unidades, respecto a los resultados del ejercicio actual.

En cuanto a sus resultados financieros, prevé una relativa mejora con respecto a la revisión a la baja realizada en febrero y a los resultados anunciados hoy, pues confía en alcanzar un beneficio neto de 5.000 millones de yenes (51 millones de dólares).

Además, calcula unas ventas de 1,5 billones de yenes (15.527 millones de dólares) y un beneficio por operaciones de 30.000 millones de yenes (310 millones de dólares).