En cuanto a los principales componentes de la inflación, se espera que la energía tenga la tasa anual más alta en agosto (38,3%, frente al 39,6% de julio), seguido de alimentos, alcohol y tabaco (10,6%, frente al 9,8% de julio), los bienes industriales no energéticos (5,0%, frente al 4,5% de julio) y los servicios (3,8%, frente al 3,7% de julio).
Si se excluye del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual escala hasta el 5,8%, frente al 5,4% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente sube en tres décimas y marca un nuevo récord del 4,3%.
Nada menos que nueve países del bloque común registraron tasas de inflación de doble dígito, con las mayores subidas de precios en Estonia (25,2%), Lituania (21,1%) y Letonia (20,8%), mientras que los incrementos de menos intensidad se registran en Francia (6,5%). España se sitúa por encima de la media europea, con una tasa del 10,3%, de acuerdo con los cálculos de Eurostat.
La subida de la inflación mete más presión al Banco Central Europeo (BCE), que tiene un objetivo de subidas de precios del entorno del 2%. En los últimos días los funcionarios de la institución han ido endureciendo el mensaje, pavimentando el camino para más subidas de tipos.
“Desde Jackson Hole los mensajes son claros”, señalan los analistas de Bankinter en un informe. En primer lugar, la “probabilidad ‘incómodamente alta’ de que la actual inflación se arraigue en las expectativas a medio plazo con efectos perjudiciales sobre la economía”. En segundo lugar, que “la política monetaria debe centrarse en proteger la estabilidad de precios, dejando a la política fiscal la tarea de sentar las bases de un crecimiento resistente”. Y por último, que “las medidas restrictivas no se detendrán hasta conseguir un control duradero sobre los precios”.
“La próxima reunión del Banco Central Europeo BCE es el 8 septiembre”, recuerdan los expertos de Bankinter. La subida de tipos será, al menos, de +50 puntos básicos. No es descartable una subida mayor. En la actualidad el mercado asigna una probabilidad del 60% a una subida de +75 p.b (frente 18% antes de Jackson Hole)”.