El resultado superó las previsiones
de los analistas, que esperaban de media un beneficio neto de 4.578,1 millones de euros.

El margen de intereses bajó un 4%, a 13.320 millones de euros, frente a previsiones que apuntaban a 13.329,2 millones. Por su parte, el margen bruto del banco se incrementó en un 1,2% a 20.910 millones de euros, frente a estimaciones de los analistas de 20.962,5 millones de euros.

El core capital de BBVA se situó en el 9,6%, superando así las exigencias del Gobierno para responder a Basilea III.

La morosidad fue del 4,1%, mientras que los créditos a la clientela crecieron el 4,8% en comparación interanual y alcanzaron los 348.253 millones de euros, en tanto que los recursos de clientes en balance avanzaban menos, el 1,7 % y sumaban 378.388 millones.