De hecho, la entidad estadounidense vendió esta semana una participación estratégica del 6% en el banco China Construction Bank (CCB) por 7.200 millones de dólares (5.367 millones de euros).

Según un informe de la firma Schroeders al que tuvo acceso Europa Press, esta estrategia obedece a tres razones principalmente, la primera de ellas, que aprovecharán la incipiente recuperación del sector para recapitalizarse antes las "frágiles perspectivas con previsiones de nuevas sacudidas económicas y geopolíticas".

Por otro lado, las entidades quieren devolver lo antes posible al Gobierno los fondos del programa de alivio de activos problemáticos (TARP). De hecho, esta misma semana, tres de los grandes bancos que participaron en las pruebas de estrés del Gobierno de EEUU, cuyos resultados se hicieron públicos el pasado viernes, anunciaron su intención de ampliar capital con el objetivo de captar los fondos necesarios para devolver las ayudas públicas recibidas.

US Bancorp, Capital One Financial y BB&T, que superaron sin mácula el examen de los reguladores por lo que no recibieron la recomendación de captar capital adicional, informaron de sus planes para emitir acciones y destinar los fondos de la operación a la devolución de las ayudas recibidas, sumándose así a otras entidades como Goldman Sachs y JP Morgan, que previamente habían mostrado su intención de devolver los fondos del Gobierno.

"Repagando el TARP se proporcionan señales positivas a los clientes y socios, se incrementa la flexibilidad estratégica y se elimina el riesgo indiosincriásico derivado de tener al Gobierno como copiloto", agrega el informe.

ELEVAR LOS FONDOS PROPIOS AL 8%

Por último, los bancos estadounidenses estarían intentando con estas inyecciones de capital incrementar el ratio de fondos propios hasta un 8% (niveles anteriores a 2005), desde el 4% fijado en los tests de estrés, ya que durante los próximos dos años no será fácil incrementar dicho ratio a través de los ingresos.

El analista de Schroeders opina por otra parte, que la inversión bursátil en banca en los niveles actuales debería reflejar necesariamente un "moderado optimismo" sobre la evolución de la economía, ya que según sus previsiones, si la estabilización de la economía global no prosigue, el sector se enfrentará a numerosos desafíos.