"Las amplias presiones externas continuaron afectando negativamente al mercado inmobiliario durante el cuarto trimestre, puesto que el incremento del desempleo, la caída de los precios de la vivienda y la volatilidad de los mercados erosionaron aún más la confianza de los consumidores", dijo Stuart Miller, presidente y consejero delegado de Lennar.

De este modo, Miller mostró sus esperanzas de que de cara al ejercicio 2009 la nueva Administración de Barack Obama apruebe un nuevo paquete de estímulos fiscales que ayude a reactivar la demanda de vivienda que estabilice los precios y reduzca los embargos hipotecarios.