De esta forma, el mercado automovilístico europeo acumula tres meses consecutivos de crecimiento, tras iniciar una tendencia al alza el pasado mes de junio, rompiendo así catorce meses seguidos de caídas. En julio, las matriculaciones crecieron un 2,8%.


En los ocho primeros meses del año, las ventas de automóviles en el Viejo Continente se situaron en 9,56 millones de unidades, lo que se traduce en una disminución del 8% en relación con el mismo período del ejercicio precedente.


Entre los principales mercados europeos, Alemania marcó en agosto un fuerte crecimiento del 28,4%. Las ventas de coches crecieron también un 8,5% en Italia, un 7% en Francia, un 6% en Reino Unido y se mantuvieron estables en España.

VOLKSWAGEN ES LA MARCA QUE LIDERA LAS VENTAS

Por marcas, la primera posición en ventas correspondió durante agosto pasado a Volkswagen, que comercializó 105.501 automóviles, un 13,4% más, seguida de Ford con 64.238 unidades (+3,3%), Renault con 57.820 unidades (-0,5%), Opel con 57.678 unidades (+1,1%) y Peugeot con 55.754 unidades (+15,4%). Seat, la filial española de Volkswagen, logró elevar sus entregas un 4,1%, con 20.176 unidades.

Dacia, la marca de bajo coste de Renault, registró un fuerte crecimiento del 38,7% en agosto, con 18.947 unidades, mientras que Nissan, donde la firma del rombo ostenta el 44,4% del capital, comercializó 24.274 unidades, un 46,5%. La surcoreana Hyundai aumentó sus ventas un 36,1%, con 22.974 unidades.

En el extremo opuesto, la incertidumbre que pesaba sobre algunas marcas pasó factura a sus resultados comerciales. Así, Saab, que emergió en agosto de la suspensión de pagos, redujo sus ventas un 62,3%, con 1.098 unidades, mientras que Chrysler, que también estuvo en situación de tutela judicial, sufrió una caída del 46%, con 2.727 unidades.