La UE pretende reducir en un 20% por ciento sus emisiones de CO2 (dióxido de carbono) para 2020, al mismo tiempo que se consigue que el 20% por ciento de la energía final consumida en 2020 proceda de fuentes renovables, de aquí el 20-20-20.En opinión de Bernotat, “las renovables contribuyen a gestionar el suministro, pero no debemos dejar que su intermitencia afecte a la calidad de más del 90% de nuestras redes. Tendrá una mayor calidad de suministro” y ha advertido además de que “si bien nuestras sociedades se han habituado a unos precios demasiado bajos durante demasiado tiempo”.Bernotat ha reconocido que “es un mal momento económico para subir los precios” pero, a su juicio, “éste es un tema que han de resolver los políticos”.Para el presidente de Scottish and Southern Energy, Ian Marchant, será difícil conseguir todos los objetivos, lo que tenemos que decidir es seleccionar el objetivo que sea, pero no todos. Si tenemos confianza y desplegamos un objetivo sin producir CO2, por qué preocuparnos de otra cosa”.“No vamos a conseguir los objetivos de eficiencia sin una gran inversión pero hay que centrarse en una cosa”, ha advertido Marchant.El más radical ha sido el consultor energético de Accenture, Lucas Cesari, para quien “si los clientes aceptan pagar el doble de lo que pagan ahora en términos reales, esto generaría suficiente valor para cumplir los objetivos”.“Hay un escenario, pero no es gratuito”, ha advertido Cesari en la convención de Eurelectric, que se reúne hoy en Barcelona para tratar los retos que afectan al sector.Por su parte, Rafael Miranda ha avisado de que “intentaremos liderar la lucha contra el cambio climático pero debemos decirle a la sociedad claramente que el objetivo es encontrar un equilibrio con la seguridad de suministro. Si no, no podremos encontrar una solución adecuada”.En esta misma línea, el presidente de Vattenfall ha alertado de que “tenemos un riesgo muy alto en la seguridad del suministro, las decisiones de inversión son cada vez más difíciles y o bien se retrasan o se anulan, con lo que con cada retraso se añade riesgo a la seguridad de suministro”.Para Conti, “no es probable que los objetivos de la UE se alcancen. No podemos hacer milagros. El 20-20-20 es una paradoja y sólo el 30% de los países están vinculados al protocolo de Kioto, pero no apoyan el acuerdo ni Estados Unidos ni China ni India”.“A corto plazo, el cliente se resistirá más por una energía más ecológica”, ha reconocido Conti, quien ha señalado que “se debe negociar con los políticos cómo ha de funcionar el mercado”.Wulf Bernotat ha propuesto que “tiene que haber un único precio para el mercado de emisiones de CO2 en todo el mundo. Tenemos que afrontar que los próximos 15 años serán de transición”.