Entre las razones que explican la fuerte caída en relación al ejercicio anterior es que muchas compañías adelantaron al mes de diciembre los dividendos que tradicionalmente pagaban en enero por motivos fiscales, llegando a distribuir en conjunto más de 3.000 millones de euros. En enero, las cotizadas repartieron casi 1.400 millones de euros, mientras que el resto lo distribuyeron en febrero.

A pesar del descenso interanual, las compañías lograron repartir casi 3.000 millones de euros durante los dos primeros meses del año, con lo que de continuar así, 2010 también podría dejar importantes beneficios para los accionistas, tras obtener 32.298 millones durante 2009.

La retribución durante el pasado ejercicio se incrementó un 15% a pesar de la crisis, y entre las compañías con mayores dividendos se situó Endesa, que en marzo repartió 4.556 millones de euros.