El banco que preside Emilio Botín ya reconocía en su memoria 2007 que la filial venezolana del Grupo estaba expuesta al riesgo de nacionalización bancaria."Diversos acontecimientos políticos en Venezuela presentan un riesgo incrementado de que el Gobierno venezolano pueda nacionalizar o alternativamente intervenir en las operaciones de nuestra filial venezolana, lo que podría afectar negativamente nuestras operaciones en Venezuela", indicaba la entidad en el capítulo de "Factores excepcionales, riesgos e incertidumbres".En este marco, la Vicepresidencia de la República confirmó este fin de semana en un comunicado que en la noche del jueves hubo una reunión en la que participaron el vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrizalez Rengifo; el presidente del Banco de Venezuela, Mickel Goguikian; el ministro de Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque; el vicepresidente de Petróleos de Venezuela, Asdrúbal Chávez; la superintendente de Bancos, María Elena Fumero; y el director del Banco Central de Venezuela, José Félix Ribas.Por su parte, el grupo que preside Emilio Botín confirmó el viernes pasado que mantiene actualmente conversaciones con el Gobierno que preside Hugo Chávez y manifestó que conoció el interés del Estado por esta entidad después de negociar con un grupo inversor privado venezolano, conversaciones que finalmente no prosperaron.