Con este traspaso de activos la compañía persigue obtener un total de 2.000 millones de euros, lo que le permitirá acometer sus proyectos de expansión y a la vez mantener un solvente ratio financiero después de la adquisición de la compañía escocesa por 11.600 millones de libras (17.200 millones de euros).El pasado martes, Iberdrola anunció desinversiones por un total de 1.000 millones de euros en activos propios en los doce meses posteriores al cierre de la transacción de la compra de Scottish Power, que se sumarán a las desinversiones de 1.000 previstas en el Plan Estratégico de la compañía.