En abril el IPC estadounidense repuntó un 0,4%. En tasa interanual, los precios subieron un 3,6% frente a unas previsiones del 3,4% y desde el 3,2% anterior.

La inflación subyacente
de mayo creció un 0,3% desde el 0,2% de abril y el 0,2% previsto por los economistas.

Ésta es la mayor subida de la inflación subyacente en casi tres años (julio 2008), y eso teniendo en cuenta que los precios de la energía cayeron un 1% y los precios de alimenticios subieron un +0,4%.

Otras partidas con fuerte incremento del IPC fueron la inmobiliaria, y los nuevos vehículos.

Este dato ha sido recogido con pesimismo en Wall Street, donde los futuros de los principales índices caen.