Tras una nueva recuperación del petróleo y una renovada incertidumbre en el sector financiero, los inversores no saben muy bien qué dirección tomar, sobre todo tras el cierre mixto en Wall Street y los descensos inapreciables del Nikkei japonés esta madrugada. Y todo esto a la espera de lo que decida la Reserva Federal (Fed) sobre el nivel de sus tipos de interés –se espera que se mantenga el precio del dinero pero que la FED cambie su sesgo-. A la espera de lo que ocurra, los inversores no las tienen todas consigo, ya que temen que la disparada del crudo provoque una aceleración de la inflación, afectando aún más a la economía estadounidense, ya vapuleada por la crisis financiera. Una crisis que podría llevar a Citigroup a despedir a 10 por ciento de sus efectivos de su división banco de inversiones, mientras que su rival Goldman Sachs, que sin embargo administró bien la crisis, deberá también realizar despidos. Noticias, todas ellas, que hacen dudar a unos inversores que llevan al Ibex 35 del terreno positivo al negativo en cuestión de minutos, y viceversa.Popular se desmarca al alzaPero en medio de esta tendencia cambiante, una cosa está clara. Y es el buen tono que experimenta el
Popular, tras conocerse que el presidente y consejero delegado del Grupo Hispania, Trinitario Casanova, requerirá la autorización previa de un acreedor pignoraticio para llevar a cabo la venta del 3,5 por ciento que posee en Banco Popular al grupo mexicano Blueprime, que ayer confirmó su intención de adquirir el 20 por ciento del la entidad. Las acciones se encuentran actualmente pignoradas en garantía de una operación de financiación y, por lo tanto, Titánica, filial de grupo Hispania, requerirá la autorización del acreedor pignoraticio para llevar a cabo la mencionada transacción. Las acciones de la entidad suman en la apertura un 1,84 por ciento, seguidas del repunte de Grifols
del 1,46 por ciento, mientras que Telefónica logra colocarse entre los mejores del día, al subir un 1,17 por ciento. Este martes se ha conocido que la operadora va a invertir un mínimo de 3.500 millones de euros en Alemania hasta 2010 en la extensión de su red. La compañía, presente en Alemania a través del grupo de telefonía móvil O2, aspira a ser una alternativa clara al operador dominante del país.