Mientras Bush participa en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Josh Bolten, y el director del Consejo Económico Nacional, Keith Hennessey, se hallan en el Capitolio entregando información al Grupo de Estudio Republicano de la Cámara de Representantes respecto del plan de rescate. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, dijo que la noción de que no se llegue a acuerdo esta semana es "impensable". Sería una "situación muy, muy seria para nuestra economía si no aprobamos esta legislación", dijo Fratto durante una conferencia telefónica. "No debiera existir duda de que este plan logrará ser llevado a cabo esta semana", añadió Fratto, quien agregó que su confianza proviene de los compromisos que los líderes congresales de ambos partidos hicieron con la Casa Blanca, además de la sensación general de urgencia que rodea a la necesidad de una sólida respuesta a la crisis crediticia. Fratto rehusó referirse a los detalles de las negociaciones sobre el paquete de medidas, pero señaló que Bush está al tanto de la renuencia de algunos legisladores para respaldar el plan.