En su conferencia, el director general de la primera caja de ahorros española se ha referido al "pronóstico incierto" de la actual crisis, que viene motivada por la depreciación de los activos inmobiliarios, que ha arrastrado a su vez a los financieros y al valor de las empresas cotizadas, y ha derivado en una "pérdida de confianza que no se puede cuantificar".Según Nin, "es muy difícil proyectar lo que pasará en los próximos meses" porque la morosidad en Estados Unidos "no ha tocado techo".La actual etapa, a juicio de Nin, se debe basar en la solvencia, los fondos propios y el escaso endeudamiento y, "si hace falta", sacrificar la cuenta de resultados.También ha destacado la necesidad de acostumbrarse a la pérdida de valor adquisitivo debido al repunte de la inflación motivado por el encarecimiento del petróleo, de los alimentos y de las materias primas, lo que provocará "relaciones de cambio de poder".Ha cifrado en un 16% el descenso de la concesión de créditos y ha señalado que esto responde a la caída de la demanda y al mayor análisis de las operaciones de riesgo.Centrándose en La Caixa, Nin ha dibujado un panorama de "grandes oportunidades" para la entidad en el actual contexto de incertidumbre y ha apostado por un crecimiento orgánico en banca de empresas, corporativa y privada, y por la internacionalización para diversificar riesgos.Como puntos negros, ha citado la falta de experiencia en general, por lo que ha opinado que "se puede recuperar mucho talento" de personas que se han prejubilado recientemente