La cifra de negocio de la segunda mayor aseguradora europea alcanzó los 48.414 millones de euros, un 1,8% menos, lastrada por la caída de la facturación en las unidades de gestión de activos y seguros de vida.


"El sector asegurador y Axa no han sido inmunes al entorno del mercado. Sin embargo, el grupo demostró su capacidad para actuar con rapidez y adoptar las medidas necesarias para conservar la solidez de su balance y gestionar su actividad de forma eficiente", dijo Henri de Castries, presidente del consejo de Axa.


De este modo, Castries aseguró que Axa está "preparada" para afrontar incluso un eventual empeoramiento del mercado, así como para sacar provecho de una potencial mejoría.