La eléctrica anunció a última hora del martes una ampliación de capital para mejorar el ratio entre su cash flow y su deuda neta, al tiempo que trata de preservar su calificación crediticia.

Sin embargo, la operación podría estar relacionada con las dificultades a las que se enfrenta Iberdrola para llevar a cabo su plan de desinversiones por 2.500 millones de euros, señala el analista de Espirito Santo Investment, Fernando Garcia.

Además, la ampliación de capital podría diluir la participación del primer accionista de la compañía, Actividades de Construcción y Servicios, según el analista de Banesto Antonio Cruz.

La participación del 12,6% que ACS posee en Iberdrola podría reducirse hasta el 12% tras la operación, añade Banesto.

Iberdrola dijo que efectuará la ampliación mediante una colocación privada acelerada sin otorgar a los actuales accionistas, como ACS, derechos preferentes de suscripción.

Iberdrola, con sede en Bilbao, al Norte de España, es el mayor generador de energía eólica del mundo