Además, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español, tal y como está concebido, garantiza "de facto" el 100 por cien de los ahorros a los clientes de los bancos, puesto que "actúa de forma preventiva" e interviene en la entidad en caso de una hipotética quiebra, antes de que se produzca, explicaron a Efe fuentes de la AEB.Por su parte, el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, apuntó que para que las entidades españolas operen en "igualdad de condiciones" con sus competidoras europeas, debería exigírseles a todas el mismo sistema de garantía.En el caso de España, el FGD cuenta con unos 6.000 millones de euros entre bancos, cajas de ahorros y cooperativas, según fuentes del mercado.Por el contrario, en aquellos países con un sistema de garantías menor y con entidades al borde de la quiebra, según Quintás, es donde se está elevando actualmente la cuantía del fondo de garantía.A pesar de la solvencia del sistema financiero español y la confianza de los usuarios en él, en algunos clientes han surgido dudas acerca de la garantía de sus depósitos.No obstante, el ministro de Economía, Pedro Solbes, aseguró ayer que los ahorros no corren peligro en ninguna entidad española, mientras que algunas asociaciones de consumidores aseguran hoy que en los últimos días se han disparado las llamadas de ciudadanos preguntando si deben sacar su dinero de las entidades.Por eso, Comfia-CCOO, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (Adicae) pidieron hoy que se eleve "sustancialmente" el máximo garantizado en los depósitos bancarios; mientras que desde Ausbanc se solicita que el Banco de España "dé la cara y tranquilice a los ciudadanos".Los expertos insisten en la saludable situación financiera de los bancos y cajas nacionales, que explicaron se debe, entre otros motivos, a las provisiones anticíclicas que obliga a realizar el Banco de España y que ofrecen un "colchón" de casi 30.000 millones de euros para capear la crisis.El objetivo de estas provisiones, que fueron creadas en 2000, es que en una época de bonanza y de baja morosidad los bancos y cajas "aparten" dinero para cuando lleguen periodos de crisis o desaceleración contar con recursos suficientes.