A sólo unas horas de la fecha límite (8 de marzo), Grecia sigue a la espera de saber si contará con el 66% de participación en el PSI, el mínimo para poder ejercer las cláusulas CAC y eso ha puesto muy nervioso al mercado. España, al pertenecer a ese grupo de países pertenecientes a la periferia, vive de forma más intensa cualquier noticia relacionada con la crisis europea (tanto las positivas como las negativas) y es por ello que los mercados financieros españoles han sufrido de forma más intensa esas reacciones a las dudas. Mientras que en los principales índices europeos, la consistente caída de la jornada del martes se interpreta a modo a recogida de beneficios tras la mejora experimentada en los últimos tres meses, en España, los duros recortes sufridos en nuestro Ibex 35, le llevaron a perder el soporte que establecíamos a modo de referencia para el corto plazo.

Tras varias jornadas evitando la ruptura del soporte de los 8.440, el selectivo español lo vapuleó, precipitándose a la baja y dejando un cierre en los 8.166,60. Desde allí y al menos por el momento, las reacciones alcistas brillan por su ausencia, dejando al descubierto la falta de interés comprador y dejando al Ibex en una situación muy vulnerable. A la espera de que hoy se dé a conocer el grado de participación del sector privado en el rescate griego (se publicará con el mercado español cerrado en torno a las 21 horas), el selectivo español se mantiene por debajo de los 8.440 (la referencia que establecíamos a modo de soporte para el corto plazo) y lo que es más, con el mínimo de la jornada de ayer en los 8.081, se compromete el importante soporte de los 8.120.

Así, en ausencia de recuperación alguna y habiendo testeado el soporte de los 8.120, me interesa ver si en la jornada de hoy puede iniciarse algún tipo de recuperación y si ésta es lo suficientemente intensa para recuperar la resistencia de los 8.390. Así, centramos la atención en la resistencia de los 8.390, porque en el caso que el selectivo español no sea capaz de superarla, espero ver más cesiones, más testeos al soporte y una presión bajista creciente que propiciará la ruptura definitiva de los 8.120. Y si esto ocurre, si el soporte de los 8.120 finalmente queda roto a la baja, la vuelta bajista hacia los mínimos de 7.600-7.500, sería más que probable.