Vivimos en un sistema de orden social establecido democráticamente que funciona bajo un sistema económico capitalista. La democracia establece los dirigentes que impondrán las normas de conducta bajo las que estamos regulados. Esta sociedad que hemos construido durante generaciones, probablemente es la menos injusta de las sociedades que han regido la historia de las diferentes civilizaciones. Sin embargo, el concepto está muy alejado de calificar a nuestra sociedad como, ¡justa!
Podemos interpretar justicia en el amparo de un marco legal establecido, pero por más que tratemos de buscar una justicia justa, la propia Ley civil a veces carece de justicia. Como seres humanos, la meritocracia debería imponerse como el buque insignia que rige nuestros destinos y de ese modo, que cada persona pueda alcanzar la plena felicidad siendo quien quieres ser. Nuestra sociedad a veces clasista, a veces injusta, hace cierto aquello de “ojos que no ven, corazón que no siente”, pero como dicen los juristas; el desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento. La justicia civil siempre será la menos injusta pero jamás será justa, si atendemos a lo justo como aquello que se rige por el marco de la Ley Natural. Obama, premio Nobel de la paz, puede ordenar de forma inminente un ataque sobre la población civil Siria. Podemos vestirlo del modo que queramos "ataque preventivo", "ataque selectivo" o "castigo por el uso de armas químicas". Pero la triste realidad, es que lanzar una ofensiva militar a miles de kilómetros de distancia, no exime que la población civil esté en riesgo, de una conducta lamentable. La especie humana ha aprendido a solucionar grandes desafíos, pero ha sido incapaz de eliminar la gran lacra de nuestra especie; las guerras. Y en mi opinión, un país desarrollado jamás debería utilizar la violencia para corregir una conducta, puesto que como todos sabemos, la violencia engendra violencia y como decía Martin Luther King; “La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la justicia en su conjunto”, pues al fin y al cabo, la crisis económica siempre quedará en segundo término, cuando hablemos de crisis de valores.


La semana pasada me serví de mi tribuna de opinión en esta casa, para exponer una de mis hipótesis basada en un análisis macroeconómico, plasmándola a su vez en un gráfico. Mi conclusión partía de un cambio macroeconómico en la evolución de la economía española y de un giro en la cotización del mercado. En ella basaba la posibilidad de que el mercado se encontrara en tendencia alcista que se confirmará en caso de superar los 8.900 puntos.



El conflicto bélico en Siria ha afectado a las bolsas, que necesitadas de una corrección, han encontrado la excusa perfecta para recoger beneficios o en algunos casos concretos, para sacar pecho. Sin embargo, en el fondo mi tesis sigue vigente y la superación de máximo anual es un síntoma que sigue dando validez a mi argumento. Pero antes de añadir argumentos a mi hipótesis, me gustaría remarcar ciertos aspectos cognitivos con la intención de que ayuden al inversor y lector a una mejor comprensión del funcionamiento anímico del inversor y a su posible comportamiento con el mercado.

El mundillo del Trading es fascinante, los Traders podemos pasarnos horas hablando y reflexionando sobre el mercado y cuando empezamos a operar, buscamos más el acierto en la predicción que el propio dinero. El dinero es consecuencia de, sin embargo el acierto hace más referencia al ego, al virtuosismo establecido por el aparente logro de haber acertado un caso específico. Del mismo modo que a todos nos gusta presumir de nuestros aciertos, también es cierto que ocultamos nuestros fracasos, lo cual me parece incoherente y si nos lo paramos a pensar, incluso ridículo. Todos sabemos en qué consiste la bolsa y las pérdidas son tan naturales como las ganancias, sin embargo, admitir una pérdida es emocionalmente complejo.

En Blackbird siempre enseñamos a nuestros alumnos que un buen Trader, no es aquel que acierta más veces, es aquel que mejora de forma constante su ratio rentabilidad/riesgo de forma exponencial. Un mismo suceso, puede ser operado de muchas formas y originar una pérdida, una pequeña ganancia o una gran ganancia.



Vamos a centrarnos por ejemplo en el caso de EUR/AUD. El gráfico planteado nos muestra un patrón de cambio de tendencia conocido como hombro-cabeza-hombro invertido. La normal operativa del patrón implica comprar en la línea clavicular y colocar un Stop Loss en el mínimo del último hombro. Eso implicaría comprar en 1,27 EUR/AUD con un Stop Loss en 1,2169 EUR/AUD. Si ajustamos el tamaño de la posición al riesgo por acción y suponemos un riesgo de 100€, compraríamos un lote de 1.883 EUR/AUD (100/(1,27-1,2169). Este supuesto, calculado en escala temporal superior, incorpora un grado de fiabilidad muy elevado, puesto que los patrones operados en gráfico semanal suelen ser mucho más consistentes que los patrones en marcos temporales más reducidos. Con este cálculo tendríamos planteada una primera operación en la que trataríamos de exprimir al máximo las ganancias. Un inversor que no tiene un plan de salida y que no admite asumir un riesgo en forma de volatilidad y tiempo, probablemente hubiera salido en el movimiento correctivo con una leve ganancia o bien sin ganancias al ejecutarse el Stop Loss, antes de acelerar su tendencia hasta los 1,5035 EUR/AUD.

Acotar una posición a una unidad de riesgo, implica gestionar la pérdida limitándola y ajustándola a un nivel muy reducido. Tener un sistema de salidas me permite maximizar las ganancias, controlando siempre mi desgaste emocional y dejando que sea el mercado el que ejecute. Como decía el mismo suceso, un patrón de hombro-cabeza-hombros, hubiera podido darnos 0 (en caso de ejecutarse el Break Even), una pequeña ganancia de 94€ (en caso de ejecutar la salida en el primer máximo en 1,32) o una gran tendencia con un beneficio de 439€ (en caso de permanecer durante todo el movimiento tendencial hasta los 1,5035).

Son muchos Traders quienes logran acertar el movimiento, probablemente si utilizáramos la estadística, podríamos concluir de un modo muy aproximado que el 50% de predicciones bursátiles suelen ser acertadas en algún momento, puesto que la bolsa toma una dirección alcista o bajista con mayor o menor velocidad, en función de los rangos laterales. Sin embargo, ganar o no dinero es otro tema muy distinto. Un mismo suceso, como veíamos, podría haber generado un ratio de rentabilidad/riesgo neutro, de 1/1 ó de 4,3/1 en función de los parámetros del sistema.

Si seguimos con el ejemplo y planteamos la operativa con el ratio rentabilidad/riesgo, podemos plantearnos qué partes de nuestra estrategia nos pueden ayudar con el propósito de minimizar las pérdidas y maximizar las ganancias. En este sentido podríamos buscar en la volatilidad y en la escala temporal las respuestas a esta pregunta y aquí entran en juego virtudes psicológicas como la anticipación, la convicción y la perseverancia.
La anticipación viene de conocer el patrón y anticiparlo. El mínimo formado por el primer hombro en 1,2169, que se convierte en resistencia, pasa nuevamente a soporte en el posible segundo hombro. En ese nivel de soporte, espero el precio para tomar una posición alcista. La convicción pasa por buscar en la escala temporal una menor volatilidad para ajustar el Stop en escala temporal inferior sobre una pauta de largo plazo. En este sentido, si ajustamos el riesgo asumido anterior por la volatilidad en escala temporal inferior, el tamaño de la posición pasaría a 50.000 EUR/AUD (100/0,0020). Con este simple ajuste, si planteamos las cifras anteriores, nos encontraríamos con una ganancia de 2.500€ cerrando la posición en 1,32 o con una importante ganancia de 11.675€, saliendo de la posición en 1,5035, en este caso el ratio rentabilidad/riesgo pasaría a ser de 25/1 en el peor de los casos o de 116/1 en el mejor de los casos.

Como puede comprobar, la matemática no engaña y un mismo suceso, puede ser operado de muchas formas, dando resultados tan dispares como operadores existan. Por este motivo, siempre trato de argumentar que no me inquieta tanto el acierto o el error, como sí la gestión que hago de ellos, indudablemente. Hay muchos consejos que podría darle, pero si algo realmente tengo claro es que los Traders no vivimos del ego, vivimos de un trabajo serio y extremadamente disciplinado.

En cuanto a el mercado, esta semana se ha presentado con pocas novedades y mucha volatilidad, un rango lateral en el IBEX 35 con muchas expectativas de que se convierta al fin en tendencia. Mientras ello no sucede, no paro de buscar argumentos que den o quiten sentido a mi hipótesis, no predigo, simplemente trato de adaptar mi Trading en consecuencia. Las consecuencias a las que he llegado esta semana hacen referencia a diferentes aspectos que he abordado. Que la internacionalización de los ingresos gusta a los inversores es un hecho plausible. Es cierto que el panorama económico español es desolador, pero las mejoras realizadas tardarán en llegar a la opinión pública y como sabemos, la bolsa se anticipa. La mejora de los beneficios empresariales de nuestras entidades financieras, vendrán más de un ajuste contable que no de una mejora en sus negocios. Las provisiones realizadas producen pérdidas contables multimillonarias, pero no son más que meros ajustes contables. Mejorar porcentualmente el BPA de una compañía en pérdidas es relativamente asequible, por lo tanto el crecimiento del BPA de las entidades financieras será exponencial y debería animar a las bolsas. A la mejora en el ajuste contable de los bancos, tenemos la mejora en los negocios de las compañías españolas. Gracias a las criticadas reformas laborales, España está recuperando la competitividad, factor que ayuda a que nuestro país esté mejorando sobremanera en las exportaciones. Hoy las compañías españolas son de las más internacionalizadas en Europa, puesto que más del 30% de los ingresos de las 35 compañías de nuestro selectivo vienen de los mercados de la UE y el 20% de los mercados internacionales de fuera de la UE. Este proceso de internacionalización debería estar bien acogido por el mercado.

Mientras la situación en España mejora de forma gradual, en EEUU estamos de lleno en una gran controversia y la pregunta que todos los Traders nos hacemos es la siguiente; ¿será capaz Europa de subir con un mercado bajista en USA?



La pregunta viene dada por el miedo a que la burbuja implantada por la reserva federal estalle, provocando una corrección importante en sus bolsas. Como podemos observar en el gráfico, nadie tiene dudas de que las políticas de relajación cuantitativa han sido las causantes del mercado alcista de las bolsas americanas. Pero una vez concluida la recuperación de las bolsas en USA, la FED debería retirar gradualmente un balance, que como pueden comprobar, se ha multiplicado por 5 en los últimos años.

Sea como fuere, la bolsa no suele tener movimientos verticales y podríamos asistir a una ruptura definitiva en la correlación inexistente entre bolsas americanas y europeas, pero en sentido contrario, es decir tendencia bajista en USA y alcista en Europa. Bajo mi punto de vista, únicamente un crash, entendido como ejecución masiva de ventas, podría lastrar la subida de las bolsas europeas, puesto que como sabemos, al fin y al cabo la bolsa es un mercado y como tal, los factores que dinamizan los movimientos, son tanto económicos como monetarios y Europa tienen tal cantidad de posiciones de arbitraje y hedging, que podría perfectamente retrolimentar un movimiento de vuelta.

Como ven mis conclusiones no están faltas de argumentos, que podrán compartir o no, pero que al fin y al cabo, como he tratado de argumentar, en la operativa de poco sirve. Y precisamente esto es lo maravilloso del Trading, que podemos estar horas creando nuestra opinión y el mercado en un segundo se encarga de dar o quitar razones, rápidamente. Por ello, el dinamismo y la agilidad con la que construimos nuestras tesis, tienen un proceso de adaptabilidad que nos permite conocernos mejor a nosotros mismos y actuar en base a lo que opinamos, sabiendo que nuestra opinión puede ser o no ser correcta. Por ello, aferrarse a una idea es tan contraproducente y por ello el Trading es un reto, pues al fin y al cabo, no se trata de tener la razón sino de gestionar nuestra manera de plantearla.

Así pues, seguiré manteniendo mi idea de buscar posiciones alcistas en el IBEX 35 ajustando al máximo mis parámetros, con la idea de asumir las pequeñas pérdidas que pudieran surgir, exprimiendo al máximo el movimiento direccional en caso de activarse. Y aquí entra la ambición, que no el ego, de estar al margen de cualquier otra opinión que no sea la mía, pues al fin y al cabo, alimento mi estrategia con mis argumentos y ello me ayuda a ser más decidida, mucho más profesional y en definitiva… ¡Más consistente!

Gisela Turazzini BLACKBIRD | CEO