Portavoces de los implicados han declinado hacer declaraciones, pero las mismas fuentes conocedoras del proceso de venta aseguran que la subasta ya habría finalizado si Gadair hubiera podido cerrar su oferta por 450 millones, un 50% superior a la de su competidor.Diferentes fuentes del sector han explicado que la opción que hoy por hoy tiene más fuerza para quedarse con Spanair es la de Iberia y Gestair, que presentaron conjuntamente las garantías requeridas por SAS a la hora de concretar la oferta.Las mismas fuentes han indicado que
Gadair no ha llegado nunca a completar la totalidad de las exigencias requeridas por SAS para poder presentar una oferta de compra.En esta situación, parece que Iberia es la opción con más fuerza, aunque, económicamente, no agrada a SAS, que esperaba más por la venta de su filial
, ya que prácticamente no gana dinero con la venta y poco más que cubre la deuda contraída por la aerolínea. Algunas fuentes consultadas no descartan que SAS pudiera estudiar, finalmente, aplazar la venta hasta conseguir mejores ofertas, aunque reconocen que es una decisión difícil y complicada. Otras fuentes, en cambio difieren en este punto y aseguran que SAS ya se ha comprometido entre asesores y analistas financieros en vender Spanair y concentrarse en su mercado doméstico, con lo que retener su filial española sería mal interpretado por los mercados.Estas mismas fuentes han señalado que los directivos de la aerolínea SAS están sorprendido por el cariz político que ha tomado la compra de Spanair, con claras preferencias por parte de la Generalitat y los empresarios catalanes para que no sea Iberia la compradora, después de que la aerolínea decidiese replegar su presencia en El Prat en favor de su participada de bajo coste Clickair. Esta semana se han hecho públicas las diferencias entre Gadair y uno de sus socios, el fondo portugués Longstock Financial, además de los problemas para poder incorporar cajas de ahorro catalanas.

