El 28 de junio de 1927, hace exactamente 80 años, se levantó el acta de constitución de Iberia, Compañía Aérea de Transportes. Su impulsor y dueño de la mayoría del capital fue el empresario vasco Horacio Echevarrieta, mientras que la aerolínea alemana Lufthansa tenía una participación del 24%. En la actualidad, British Airways es el máximo accionista de la compañía con una participación del 9,95% mientras que Caja Madrid ostenta el 9,63% del capital y BBVA el 7,03%. Dentro del núcleo estable de la compañía también se encuentran otros socios de referencia como Logista con una participación del 6,45% y El Corte Inglés que posee el 2,89% de la aerolínea. Varias fondos y entidades financieras sumarían otro 0,64%. El resto del capital está en manos de la SEPI –en concreto un 5,2%-y el 57,99% restante en Bolsa.
Ofertas sobre la mesaCon una flota de 220 aviones -que cubre más de 100 destinos- una facturación a cierre de 2006 de 5.387 millones de euros y unos beneficios netos de 116 millones de euros, Iberia se ha convertido en una de las aerolíneas más importantes del mundo y objeto de compra por varias de sus competidoras. Fue en marzo cuando Texas Pacific Group realizó una oferta por la aerolínea a 3,6 euros por acción
. Una oferta que fue refrendada por BA y los fondos españoles Vista Capital, Ibersuizas y Quercus, el 29 de mayo en una carta de intenciones remitida al Consejo de Administración de Iberia en la que se hablaba de propuesta “invariable” mientras que no se supiera el precio real de la compañía. El consorcio que ya ha solicitado la apertura de los libros –que se espera se realice hoy 28 de junio- ha presentado una oferta que oscila entre los 3.750 millones de euros y los 4.000 millones, y de acuerdo con estas cifras el núcleo estable obtendría unos ingresos de entre 1.360 y 1.500 millones de euros por la venta del 36,50% que posee de la compañía. Por el momento, los accionistas del núcleo duro de Iberia esperan recibir una oferta superior a los 3,6 euros por título, que estaría entre 3,8 y 3,9 euros por acción, para adoptar la postura de facilitar la información requerida por el consorcio que hasta ahora es el único posible comprador que ha mostrado un interés “real” por la compañía. No obstante, en el mercado se habla de la existencia de otros interesados en la aerolínea, como el fondo Apax, un fondo suizo vinculado al entorno de UBS que estaría negociando con los alemanes de Lufthansa, y otra sociedad británica. De estos tres posibles candidatos no hay ninguna información sobre una posible oferta ante la dirección de Iberia. Fuentes del mercado también especulan con que algún accionista –hablan de Caja Madrid (que posee un 9,63% de la compañía)- haga valer su poder y busque crear un grupo nuevo de accionistas en su entorno. El propio Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, ya anunció que lo que se haga “será de común acuerdo” aunque subrayó que “no hay ninguna prisa por vender”. El último en mostrar interés por la aerolínea de bandera española ha sido el presidente de Marsans, Gonzalo Pascual quien declaró recientemente que “si no sale la operación de Spanair, la gran alternativa para Marsans es ir a por una gran tajada. Y en España, la única gran tajada se llama Iberia”. Qué opina el mercadoSi a alguien favorece este ir y venir de especulaciones y ofertas es a las acciones de Iberia que acumulan una revalorización en bolsa, en lo que va de 2007, del 37%. La opinión de los expertos sobre la compañía –con un PER de 16,98- es la de mantener posiciones a la espera de que se resuelva su futuro. Así, BPI, que establece un precio objetivo de 4 euros sobre la aerolínea, recomienda mantener mientras que Banco Espirito Santo se muestra neutral en el valor con un precio objetivo de 2,9 euros. Noesis también se decanta por la recomendación de neutral y algo más positivo se posiciona Gaesco que recomienda añadir. Por el contrario, UBS establece una recomendación de reducir. Y es que, la nueva ley de opas que entrará en vigor en agosto podría retrasar la presentación de ofertas tanto en el caso de Altadis como en el de Iberia. En opinión de los expertos, el borrador de la nueva ley ofrece mayor margen de maniobra para hacerse con el control de una compañía y, bajo ciertas condiciones, concede la última palabra en la puja a la sociedad o el grupo que primero presente su oferta.