Iberdrola no termina de cerrar lo que más le gustaría: las conexiones en el caso Tándem y su contracción del excomisario Villarejo para varios trabajos tasados a través de su grupo de empresas, el Grupo Cenyt por valor de 1,1 millones de euros. Un quebradero de cabeza que ya dura un año y tres meses con bastantes ramificaciones, a pesar de que Iberdrola como empresa, al contrario de lo que ocurre con el BBVA, no está investigada en este asunto, pero sí lo están varios directivos de la compañía como Juan Carlos Rebollo o el exnúmero dos de la compañía José Luis San Pedro y su antiguo jefe de seguridad, Antonio Asenjo.
Ahora, lo último es que el juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid, ha citado a los representantes legales de ACS en junio para preguntarles, a instancias de Iberdrola, quién fue el responsable de la publicación en la prensa de una noticia por la que ACS iba a demandar a la la eléctrica por valor de 2.600 millones de euros si finalmente resultaba imputada por el caso Villarejo, como nos cuenta ABC.
Todo ello tras la demanda que prepara Iberdrola contra ACS por posible competencia desleal contra la energética en relación con la filtración de la noticia sobre el caso Villarejo. En concreto, se trataría de establecer el acto de denigración de un competidor para menoscabar su crédito en el mercado. De ahí la comparecencia en el juzgado de Florentino Pérez para aclarar la autoría de la filtración. ACS niega que filtrara la noticia.
Y es que todo viene porque la noticia, que publicó el Confidencial, se produjo dos jornadas antes de que se presentaran los resultados de Iberdrola en 2020, que presentaron un panorama positivo para la compañía. De hecho, alcanzaron un récord de 3.610,7 millones de euros, tras elevar sus ganancias un 4,2% en el año de la pandemia y sus previsiones para superar el beneficio neto en este 2021.
A pesar de ello, el valor bajó en el mercado en sesiones posteriores, las primeras de marzo, hasta la cota de los 10 euros, y en la conference call habitual con los expertos y analistas del mercado, se volvió a preguntar al presidente por sus problemas con ACS.
Todo un entramado legal, que se sucede tras los supuestos trabajos contra Florentino Pérez, con una grabación incluida en el caso Tándem, en la que se habla del presidente de ACS al que supuestamente habría espiado el antiguo comisario Villarejo, ahora procesado, a favor de Iberdrola y que la compañía niega.
¿Enemistad entre el presidente de Iberdrola y el de ACS?
De momento y como cuenta La Información, la Fiscalía Anticorrupción sí sostiene que el también presidente del Real Madrid fue víctima de los espionajes de José Manuel Villarejo. De forma que el ministerio público no retirará la condición de perjudicado contra Pérez como había pedido Iberdrola.
Y por tanto seguirá en la causa, porque consideran que cada vez hay más evidencias de que de los trabajos que realizó el grupo Cenyt en 2009 se centraron en la figura de Pérez. El presidente de ACS que desde noviembre de 2019 se personó como acusación particular en este caso abierto en la Audiencia Nacional en relación a esa presunta relación de Villarejo con Iberdrola para espiarle.
Un maremagnum que viene de lejos con una enemistad manifiesta entre el presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán y Florentino Pérez. Todo viene a raíz de la intención de ACS de hacerse con el control de Iberdrola durante varios años y que acabó tras 12 años y medio de lucha empresarial con la derrota de Pérez, que no pudo hacerse con el control de Iberdrola a pesar de llegar a tener más del 20,2% de su capital. Una lucha corporativa feroz, con la idea de fusionar Unión Fenosa, entonces de ACS y que luego tuvo que vender a Naturgy, con Iberdrola con una fuerte carga para la constructora.
