Iberdrola ha publicado hoy sus resultados correspondientes a la primera parte del año, periodo en el que el beneficio neto ha crecido un 12,2% respecto al mismo tramo de 2019, lo que supone 1.845 millones de euros.
La compañía ha logrado esquivar de esta manera los graves efectos que la crisis derivada del Covid-19 ha tenido en la mayoría de firmas españolas. No obstante, Iberdrola ha informado de que, durante los meses más duros de la pandemia, ha sufrido un impacto negativo de 153 millones de euros.
Además, la compañía ha realizado provisiones por diversas insolvencias por valor de 71 millones, a lo que se suman otros retrasos en las revisiones retributivas, así como las caídas en el precio de las materias primas. Por estos motivos, su Ebit registrado de enero a junio ha sido de 228 millones de euros.
Por mercados, en España las pérdidas registradas por Iberdrola son de 48 millones de euros, menores que en otras economías como Brasil (58 millones) o Reino Unido (70 millones). No obstante, desde la compañía se muestran tranquilos, ya que la pandemia “no debiera tener un impacto relevante en las proyecciones económicas futuras”.
Por otro lado, la venta de su participación en Siemens Gamesa ha aportado plusvalías por valor de 485 millones de euros a la compañía.
La facturación durante estos seis meses ha bajado casi un 10% hasta los 16.467 millones de euros. También el Ebitda ha caído, aunque en mucha menor medida: un 1,4% hasta los 4.918 millones, debido al impacto por el Covid-19 y la devaluación de las dividad.
Iberdrola, lejos de frenar su actividad en estos últimos meses, ha seguido adelante con diversos proyectos, entre ellos el de la australiana Infigen Energy. Hoy también ha anunciado que planteará una mejora de su última oferta hasta los 0,57 euros por acción desde los 0,54 anteriores, con el objetivo de hacerse con el capital de la australiana. No obstante, ha impuesto la condición de que antes del 30 de julio deberá recibir, al menos, un 13% adicional al total de aceptaciones de su oferta recibidas a fecha de 21 de julio, que ascienden a un 4,28% de los valores vinculados de Infigen.
En total, sus inversiones han crecido un 2,3% en el semestre hasta los 3.582 millones, con lo que se mantiene su objetivo de llegar a los 10.000 millones durante el año.
Además, la compañía ha reafirmado sus previsiones de crecimiento en 2020, en el que estima crecer un 7% y mantener su retribución al accionista.
Por otro lado, Iberdrola ha mejorado sus ratios de solvencia, mientras que la generación de caja asciende a 3.922 millones de euros. Por su parte, la deuda financiera neta se sitúa en los 37.554 millones, por lo que se ha incrementado en 64 millones respecto al 30 de junio del año pasado.
Por su parte, los analistas de Renta 4 destacan que estas cifras de Iberdrola se encuentran en línea con sus estimaciones, destacando sobre todo el buen tono de las matrices de Renovables y Generación y Clientes. Por ello, valoran positivamente los resultados y reiteran sobreponderar el valor, aunque no estiman una reacción significativa de la cotización. Tras la publicación, a media sesión, las acciones de Iberdrola caen en torno al 1% hasta los 11,10 euros por título.
