Los ministros de Finanzas de la zona euro están revisando el tamaño de la participación del sector privado en un segundo rescate internacional para Grecia, una decisión que podría debilitar el programa de ayuda y precipitar la amenaza de una moratoria griega.

Los ministros también acordaron tras una reunión en Luxemburgo que Grecia puede aguardar hasta mediados de noviembre para recibir el próximo tramo de su programa de ayuda existente, aumentando la presión sobre Atenas para que afronte sus problemas de deuda. 

El comisario de Economía, Olli Rehn, dijo que la decisión sobre el pago de esos 8.000 millones podría llegar en la "segunda mitad de octubre", lo que, en la práctica, equivaldrá a que el dinero no llegue hasta noviembre.

Además, podrán exigir a Atenas un aval a cambio de esa cuantía, como pedía Finlandia.