Después de varias semanas de rumores y desmentidos sobre una posible reestructuración de la deuda griega, ayer, la agencia de análisis y calificación de riesgos S&P puso el dedo en la llaga al decidir rebajar el rating del país heleno en dos escalones, de BB- a B y además, mantener la perspectiva negativa ante la incertidumbre que despierta la situación del país.


Lo cierto, es que a pesar de solicitar ayuda formal en abril de 2.010 y a pesar de aprobarse un plan de ayuda por importe de
110.000 millones de euros por parte de la UE y el FMI, la situación de Grecia es complicada y mucho me temo que insostenible. El país heleno, vive una situación de auténtico caos; ciudadanos enfurecidos por las medias de ajuste fiscal que se han llevado a cabo, y organismos-países que han ayudado a Grecia, más enfurecidos aún. Y es que la dureza de las medidas que se vieron obligados a adoptar en Grecia para poder acceder al rescate, ha tenido un fuerte y negativo impacto sobre el crecimiento del país y también sobre sus ingresos. El resultado es que, a pesar de las duras medidas de ajuste que se han implementado, no se ha logrado cumplir con los objetivos de déficit fiscal.

En conclusión, si hacemos balance ahora que se cumple algo más de un año desde que Grecia solicitó el rescate, encontramos un país:

• con un déficit fiscal del 10,5% del PIB y por tanto, con un complicado camino (por no calificarlo de imposible) para cumplir con el objetivo del 3% en 2.014.
• con un deterioro económico significativo que parece complicado mejore, si se mantienen o intensifican las medidas de ajuste.
• con una falta de confianza que dificulta su capacidad para financiarse en el mercado. Y es que cuando a finales de abril de 2.010, solicitó formalmente la ayuda, el bono a 10 años cotizaba en 8,83% y ahora en 15,5%.

Las soluciones que se rumorean ahora para solucionar la situación, apuntan a mayores medidas de ajuste fiscal; bien a cambio de un segundo plan, bien a cambio de renegociar las condiciones (vencimiento y tipos de interés aplicables que ya fueron revisados hace unos meses). ¿Creen que con nuevas medidas de ajuste Grecia será capaz de ganarse la confianza? Ciertamente, creo que ese no es camino a seguir; durante un año, esas medidas de ajuste no han hecho más que empeorar las cosas y ciertamente, no creo que ahora sea diferente.